viernes, 13 de abril de 2018
glosario palabras clave Mercado
buenas tardes, les dejo el glosario de economía, recuerda solo debes ilustrar las palabras de mercado, después que hayan sido explicadas en clase, feliz fin de semana. glosario Mercado y competencia.
El mercado y la competencia.
Al mercado acuden los oferentes y demandantes de productos para realizar sus intercambios pero hay diferentes tipos de mercados y cada uno posee sus propias características.
A lo largo de la unidad veremos distintos criterios de clasificación de los mercados y analizaremos las principales características de las diferentes estructuras de mercado, entre los que cabe destacar la competencia perfecta, el monopolio, el oligopolio y la competencia monopolística.
EL MERCADO
Vamos a empezar analizando un mercado sencillo e "ideal", el "mercado de competencia perfecta". En realidad no existe ningún mercado tan "perfecto" como éste, sólo algunos mercados financieros o los mercados agrícolas se acercan a este modelo de mercado.
Para que un mercado pueda ser considerado de competencia perfecta tiene que mostrar las siguientes características:
|
La empresa Microsoft ha sido denunciada en alguna ocasión por prácticas monopolísticas |
Uno de los cárteles más conocidos es el de la OPEP. |
Un ejemplo de competencia monopolística es el mercado de los perfumes donde la publicidad juega un papel muy importante. |
lunes, 9 de abril de 2018
Acción de mejora
Buenas tardes, esperando hayan descansado mucho, dejo a su consideración los tres puntos que hable en clase y recuerden ser puntuales en la solucion a la situacion planteada.
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historia de una país.
7 cifras que ayudan a entender la crisis en
Zimbabue, el país que Robert Mugabe gobernó por 37 años
1 = el número de mandatarios en 37 años
231 millones por ciento = la inflación anual en julio de
2008
74% = población que vive con menos de US$5,50 al día
90% = tasa de desempleo
89% = tasa de alfabetización
60 = expectativa de vida al nacer
81 = número de personas que usan celulares cada 100
Augusto Pinochet
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historia de una país.
Zimbabue, gobernado por Robert Mugabe con mano de hierro desde su
independencia en 1980, arrastra años de crisis económica.
Rodesia
En 1890 llegan los colonos británicos de Sudáfrica, encabezados por
Cecil Rhodes, que dará su nombre al territorio. En 1923, Rodesia del Sur se
convierte en una colonia de la Corona.
En 1965, el primer ministro de la minoría segregacionista blanca Ian
Smith rompe con Reino Unido y proclama una independencia unilateral para
prevenir un ascenso al poder de la mayoría negra.
De 1972 a 1979, Ian Smith lanza el país en una guerra contra los
nacionalistas negros, dirigidos por Robert Mugabe y Joshua Nkomo, que deja al
menos 27,000 muertos.
Nacimiento de Zimbabue
En abril de 1980, tras los acuerdos de Lancaster House, Rodesia del Sur
se convierte en Zimbabue.
El país estalla en júbilo y el mundo saluda el nacimiento de un modelo
para África. En el estadio de Harare, cientos de miles de personas asisten con
orgullo al izado de la nueva bandera y al concierto de Bob Marley, que canta en
honor a la independencia.
Canaan Banana se convierte en presidente, una función honorífica. El
primer ministro es Robert Mugabe, quien acapara el poder.
En 1987, Mugabe pasa a ser jefe de Estado tras una reforma
constitucional que instituye un régimen presidencial.
Más de 37 años en el poder
El presidente suscita mucha esperanza. Tiende la mano a la minoría
blanca y crea una política social que beneficia a la mayoría negra, hasta
entonces marginada.
Pero en febrero de 2000 da un giro tras el rechazo, en referendo, de un
proyecto de nueva Constitución que quiere aplicar.
Robert Mugabe deja a los veteranos de guerra de la independencia invadir
las granjas, en su inmensa mayoría dirigidas por blancos. Más de 4,000 blancos
abandonan sus explotaciones agrícolas.
En 2002, el presidente es reelegido en unas elecciones polémicas
empañadas por actos violentos e intimidaciones.
En 2008, el Movimiento por un Cambio Democrático (MDC), principal
partido opositor de Morgan Tsvangirai, arrebata el control del Parlamento a la
Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (Zanu-PF). Pero Mugabe
sigue como presidente después de que Tsvangirai, a la cabeza en la primera
vuelta electoral, se retirara como consecuencia de una ola de represión contra
la oposición.
En 2013, gana de nuevo las presidenciales (61%) y su partido obtiene la
mayoría de los escaños del Parlamento.
Una economía exangüe
El país, rico en recursos mineros (platino, oro, diamantes, níquel)
sufre una grave crisis económica y financiera.
El otrora granero de África austral ha registrado una caída estrepitosa
en su producción agrícola tras el lanzamiento de la reforma agraria.
En 2009 el Gobierno se vio obligado a adoptar el dólar estadounidense y
el rand sudafricano tras el desplome de la moneda nacional, lo que disparó los
precios.
A finales de 2016, el Gobierno lanzó una nueva divisa (con una paridad
fija con el billete verde) para frenar la huida de dólares al extranjero. Pero
no ha surtido el efecto esperado.
La crisis se traduce en un desempleo masivo (casi el 90% de la población
activa), el derrumbe de muchos servicios públicos y la escasez de liquidez. En
octubre de 2017, Zimbabue prohibió la importación de frutas y hortalizas para
ahorrar divisas.
País de África Austral
Zimbabue es un país de África Austral que limita con Mozambique,
Sudáfrica, Botsuana y Zambia.
Su población ascendía a 16.15 millones de habitantes en 2016, según el
Banco Mundial. El país cuenta con un 50% de cristianos, en su mayoría
anglicanos, y un 40% de animistas.
Las cataratas de Victoria son un destino turístico muy apreciado por los
extranjeros.
7 cifras que ayudan a entender la crisis en
Zimbabue, el país que Robert Mugabe gobernó por 37 años
Robert Mugabe gobernó Zimbabue por
37 años.
Su
partido, el Zanu-PF, le había dado un ultimátum para que dimitiera este lunes
al mediodía hora local.
La
hora límite transcurrió y finalmente Mugabe presentó su renuncia este martes,
quien se encuentra bajo arresto domiciliario desde que el ejército tomara el
poder la semana pasada.
La
excolonia británica, que pasó de ser uno de los países
más prósperos de África a uno de los más pobres, se encuentra
en una profunda crisis económica y social.
En
BBC Mundo te contamos 7 cifras que ayudan entender la gravedad de la crisis en
Zimbabue.
1 = el número de mandatarios en 37 años
Mugabe
lideró el movimiento de liberación de Zimbabue, antigua Rodesia, contra Reino
Unido y ha
permanecido en el poder desde la independencia del país en 1980 hasta este
martes.
Pero las más de tres décadas de Mugabe como mandatario han estado
marcadas por desastres económicos y por una feroz persecución de cualquier voz
disidente.
El
presidente ha sido acusado de ordenar la eliminación de opositores y de cometer
fraude electoral en numerosas ocasiones.
Y la
gota que derramó el vaso en esta ocasión fue la decisión de Mugabe de destituir
al vicepresidente, Emmerson Mnangagwa, una maniobra que, según observadores,
buscaba impulsar a la presidencia a su esposa Grace.
231 millones por ciento = la inflación anual en julio de
2008
El
Producto Interno Bruto de Zimbabue se redujo en un 50% entre los años 2000 y
2008. Se trata de la mayor contracción de una
economía en tiempos de paz,según el Banco Mundial.
La
economía cayó en crisis especialmente desde la reforma agraria de 2000,
cuando grandes fincas de productores blancos fueron redistribuidas a
agricultores negros sin tierra.
Algunos observadores denunciaron corrupción en el reparto y el
favorecimiento de individuos conectados al partido dirigente.
Ante
la estrepitosa caída en la producción agrícola y las exportaciones, el gobierno
respondió imprimiendo billetes. Y el resultado fue la hiperinflación.
El
Banco Mundial no tiene cifras de inflación en Zimbabue para 2008 y 2009, pero
las estadísticas del Banco Central local indican que alcanzó una tasa de 231
millones por ciento en julio de 2008.
Zimbabue debió
abandonar su propia moneda cuando el dólar zimbabuense se
cotizó a una paridad de 35 cuatrillones (35.000 millones de millones) por un
dólar estadounidense.
74% = población que vive con menos de US$5,50 al día
Tres
quintos de la población viven en la pobreza y un quinto en extrema pobreza (con
menos de US$1,90 al día), según datos del Banco Mundial de 2011.
Cerca del 27% de los niños en Zimbabue tienen un
retraso en el crecimientodebido a la desnutrición, según un estudio
oficial de 2015.
Pero
la pobreza en este país es menor que en el resto de África Subsahariana, donde
el 41% de la población vivía con menos de US$1,90 al día, según datos del Banco
Mundial para 2013.
90% = tasa de desempleo
Las
estimaciones de desempleo varían en forma extrema.
El Banco Mundial, basándose en datos de la Organización Mundial del
Trabajo, estimó el desempleo en 5% en 2016.
Sin
embargo, los sindicatos locales hablan en cambio de una tasa
de un 90%.
La
definición del Banco Mundial solo incluye a quienes "buscan
activamente" empleo. Pero muchos en Zimbabue ya no buscan trabajo debido a
la crónica falta de oportunidades.
El
libro de datos mundiales de la Agencia Central de Inteligencia de Estados
Unidos, CIA World Factbook, estimó en 2009 que el
desempleo en Zimbabue alcanzaba al 95%, aunque no
tiene datos actuales.
89% = tasa de alfabetización
A
pesar de la crisis económica, el gobierno invirtió en educación desde la
independencia. Zimbabue tiene una tasa de
alfabetización de 89%, según datos del Banco Mundial de 2014.
Se trata de una de las tasas de alfabetización más altas de África. En
la región subsahariana el índice era de 64% en 2015.
El
Banco Mundial señala que el 90% de quienes ingresan a
primaria acaban la escuela. Y el 44% de los niños que
finalizan la primaria se inscriben en secundaria, aunque no está claro que
porcentaje se gradúa.
60 = expectativa de vida al nacer
La
expectativa de vida en Zimbabue cayó dramáticamente en la década del 90 debido
a la epidemia de VIH/sida.
De un promedio de 61,6 años en 1986 pasó a
43,1 años en 2003.
Un
13,5% de la población adulta de Zimbabue, cerca de 1,3 millones de personas,
viven con VIH/sida, según datos de ONUSIDA de 2016.
Las
cifras han mejorado, pero debido a la pobreza y al VIH la expectativa promedio
se sitúa en 60 años, de acuerdo a datos del Banco Mundial de 2015.
81 = número de personas que usan celulares cada 100
Las
plataformas móviles son el principal medio de comunicación de la población de
Zimbabue.
La gran mayoría de los adultos tiene un celular, pero solo un 43% de los
hogares tiene una radio, un 37% un televisor y un 10% una computadora, de
acuerdo a la Encuesta sobre Población y Salud del gobierno de Zimbabue de 2015.
Biografía de un Personaje:
Biografía de un Personaje:
Augusto Pinochet
(Augusto Pinochet Ugarte; Valparaíso, 1915 - Santiago de Chile, 2006) Dictador chileno que se hizo con el poder tras derrocar al presidente electo Salvador Allende y que gobernó Chile entre 1973 y 1990, reprimiendo duramente a la oposición política. Pese a la violación reiterada de los derechos humanos que tuvo lugar bajo su mandato, conservó parte de su poder y privilegios hasta 1998.
Augusto Pinochet
Augusto Pinochet salió de la escuela militar en 1936 con el grado de teniente de infantería y continuó sus estudios en la especialidad de geopolítica. Fue encargado de realizar misiones de relativa importancia hasta que en 1956 formó parte de la delegación militar chilena en Estados Unidos. Diez años más tarde había alcanzado el grado de coronel y poco después se le confió el mando de la IV División. A partir de ese momento su prestigio dentro de las Fuerzas Armadas fue en aumento. En 1969 alcanzó el generalato y la jefatura del estado mayor del ejército.
Tras el triunfo de la Unidad Popular (UP) encabezada por Salvador Allende en 1970, catalizó el malestar de los sectores más conservadores del ejército y de la sociedad chilena ante el avance de la izquierda. En el contexto de una campaña de desestabilización de las instituciones estatales, en 1973 el legalista general Carlos Prats fue obligado por sus compañeros a renunciar a sus cargos de ministro de Defensa y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas; fue sustituido por el general Pinochet, quien, con el apoyo de Estados Unidos, el 11 de septiembre encabezó el golpe de Estado que derrocó el régimen de Allende. El Palacio de la Moneda fue bombardeado y el presidente Salvador Allende, que se encontraba en su interior, se negó a rendirse y murió en el palacio presidencial.
Pinochet desencadenó una dura represión con el objetivo de eliminar a la oposición política y concentró en su persona casi la totalidad de los poderes del Estado. Los servicios de inteligencia, la DINA y el Centro Nacional de Información (CNI), creado en 1977, tuvieron un importante papel en la represión y en el régimen autoritario que instauró. La persecución de los opositores al régimen traspasó incluso las fronteras nacionales, como lo demuestran, entre otros, los atentados que costaron la vida al general Prats en Buenos Aires y a Orlando Letelier en Washington, en 1974 y 1976 respectivamente.
Tras la promulgación de varias actas constitucionales, en 1980 aprobó una nueva Constitución de carácter autoritario, que aseguró su permanencia en el gobierno hasta 1989. Eliminada toda oposición política y sindical, su régimen instituyó una nueva política económica basada en los principios neoliberales y monetaristas. Su severo plan de ajuste supuso un drástico recorte de los salarios y la privatización de las empresas públicas.
Tras las recesiones de 1975, 1976, 1982 y 1983, la economía diseñada por su régimen comenzó a dar rendimientos y a experimentar una gran expansión, hasta el punto de que fue tenida como modélica en América Latina. Seguro de sus logros políticos y económicos y de su autoridad e influencia en el país, en 1988 convocó un referéndum dentro del marco previsto por la Constitución. Las urnas no le fueron favorables, y con el triunfo de la oposición política coaligada en Concertación Democrática (CD), se inició el proceso de transición a la democracia, marcada por la moderación y por el enorme poder que conservaba Pinochet.
Las elecciones convocadas a continuación para sucederle fueron ganadas por CD, y en 1990 cedió la presidencia al democristiano Patricio Aylwin. No obstante, conservó la jefatura de las Fuerzas Armadas hasta marzo de 1998, cuando entró en el Congreso como senador vitalicio. Inquietado en sus últimos años por la justicia, viajó a Gran Bretaña para una intervención quirúrgica, y debió hacer frente a una orden de detención que lo retuvo en Londres durante varios meses. Intervino en el proceso el juez español Baltasar Garzón, por la responsabilidad que tendría Pinochet en la muerte de ciudadanos españoles en el período de la dictadura militar que él presidió.
Volvió a Chile el 3 de marzo del 2000. A pesar de que intentó alejarse de la vida pública, se mantuvo en el centro de la actualidad por la infinidad de demandas presentadas en su contra por los atropellos a los derechos humanos cometidos durante su gobierno: detenciones ilícitas, apremios ilegítimos, asesinatos e incluso terrorismo de Estado; muchos de esos delitos fueron llevados a cabo en el extranjero, como los ya citados atentados a Carlos Prats, Bernardo Leighton y Orlando Letelier. Tras su muerte, ocurrida el 10 de diciembre de 2006, fue velado en la Escuela Militar de Santiago, pero sin que se le rindieran honores de Estado.
modelo economico
Al mismo tiempo que se condenan las dictaduras políticas, en el discurso que cotidianamente nos bombardea, se oculta la más poderosa dictadura actualmente existente: la representada por el capitalismo a través de las grandes empresas multinacionales y los organismos que dirigen, con arreglo a los intereses de tales empresas, la economía planetaria. Pensemos, así, dentro de nuestro ámbito más próximo, en el hecho, muy poco comentado y criticado, de que, mientras se discute pomposamente el proyecto de Constitución para la Unión Europea, como gran realización, por encima de todo proceso democrático y prohibiéndose cualquier influencia gubernamental, se levanta desde Maastricht la soberanía del Banco Central Europeo, cual poder indiscutible.
Una visión superficial, atenida a las exhibiciones de potencia bélica que, desde la guerra del Golfo hasta la de Iraq, se complacen en realizar periódicamente los EE UU y su instrumento la OTAN, podría creer que es el poder militar el que dirige el planeta, continuando los tiempos guerreros. Aunque actualmente tal potencia se cifra mucho más en la tecnología que en la preparación de unas tropas que, entre suicidios, deserciones y acciones provocadas por el pánico, vemos desfallecer en Iraq. Pero los ejércitos, salvo en los hoy en día excepcionales regímenes militaristas, dependen oficialmente del poder civil. Y, en cuanto éste no es supremo, a través de él, no constituyen sino el brazo armado de los intereses capitalistas, mostrándose a veces más partidarios los políticos y dirigentes de la economía del uso y abuso de la violencia que los mismos militares, Y es un brazo que, además, sólo actúa esporádicamente, en ocasiones límite, mientras que la coacción económica representa una presión constante controlando toda la política mundial y finalmente la vida cotidiana de la ciudadanía. Según acabo de apuntar, en cuanto el poder civil dirige el militar caeríamos en otro grave error, basado esta vez en la ilusión de la democracia, auspiciada por el discurso oficial, si pensamos que son los políticos, elegidos en los comicios, quienes dirigen el destino de la sociedad. Pero la realidad es que el poder económico presiona los procesos electorales y los desvirtúa. En primer lugar, interiormente, en la medida en que tales procesos están condicionados por la capacidad de gasto de los partidos y, sobre todo, externamente, amenazando con la retirada de ayudas y el estrangulamiento, si se anuncia la posibilidad de que candidaturas rebeldes, propiciadoras de una distribución más justa de la riqueza, basadas en el interés de las clases empobrecidas, accedan al Gobierno. Por esta vía se llega a la situación que he oído denunciar muchas veces a José Saramago, en que los gobiernos se convierten en meros delegados de los poderes económicos internacionales.
Ciertamente, la dictadura del capitalismo actual es una dictadura hábil, astutamente enmascarada. No en balde es la astucia, como comentaba en mi anterior artículo, la virtud política propia del mercader. En lugar de ejercer el poder directamente, mediante coacciones visibles y, por ello mismo, fácil y escandalosamente denunciables, como en las dictaduras políticas, se oculta tras el escenario y mueve los hilos de las marionetas. Son éstas los partidos políticos, que no se atreven en su inmensa mayoría a anunciar programas y propósitos de acción que cuestionen el orden de los poderosos, Y, al mismo tiempo, el aparato cultura troquela las mentalidades, convertido en «industria de la conciencia». Empezando por la mera información. Es expresiva, en este sentido, la consigna de ocultar los féretros que llegan desde Iraq y el hostigamiento hasta el crimen de los periodistas independientes. Y, más allá de la información, el control de los medios de comunicación de masas, en manos sólo de los económicamente poderosos, induce en los mismos programas de ocio las imágenes del amigo y el enemigo y los valores y modelos de conducta que forman una ciudadanía inconsciente de su falta de libertad. La dictadura del capitalismo se disfraza, así, de algo que no deja de invocar y prostituir al mismo tiempo: la democracia.
modelo economico
La Razón Digital
Al mismo tiempo que se condenan las dictaduras políticas, en el discurso que cotidianamente nos bombardea, se oculta la más poderosa dictadura actualmente existente: la representada por el capitalismo a través de las grandes empresas multinacionales y los organismos que dirigen, con arreglo a los intereses de tales empresas, la economía planetaria. Pensemos, así, dentro de nuestro ámbito más próximo, en el hecho, muy poco comentado y criticado, de que, mientras se discute pomposamente el proyecto de Constitución para la Unión Europea, como gran realización, por encima de todo proceso democrático y prohibiéndose cualquier influencia gubernamental, se levanta desde Maastricht la soberanía del Banco Central Europeo, cual poder indiscutible.
Una visión superficial, atenida a las exhibiciones de potencia bélica que, desde la guerra del Golfo hasta la de Iraq, se complacen en realizar periódicamente los EE UU y su instrumento la OTAN, podría creer que es el poder militar el que dirige el planeta, continuando los tiempos guerreros. Aunque actualmente tal potencia se cifra mucho más en la tecnología que en la preparación de unas tropas que, entre suicidios, deserciones y acciones provocadas por el pánico, vemos desfallecer en Iraq. Pero los ejércitos, salvo en los hoy en día excepcionales regímenes militaristas, dependen oficialmente del poder civil. Y, en cuanto éste no es supremo, a través de él, no constituyen sino el brazo armado de los intereses capitalistas, mostrándose a veces más partidarios los políticos y dirigentes de la economía del uso y abuso de la violencia que los mismos militares, Y es un brazo que, además, sólo actúa esporádicamente, en ocasiones límite, mientras que la coacción económica representa una presión constante controlando toda la política mundial y finalmente la vida cotidiana de la ciudadanía. Según acabo de apuntar, en cuanto el poder civil dirige el militar caeríamos en otro grave error, basado esta vez en la ilusión de la democracia, auspiciada por el discurso oficial, si pensamos que son los políticos, elegidos en los comicios, quienes dirigen el destino de la sociedad. Pero la realidad es que el poder económico presiona los procesos electorales y los desvirtúa. En primer lugar, interiormente, en la medida en que tales procesos están condicionados por la capacidad de gasto de los partidos y, sobre todo, externamente, amenazando con la retirada de ayudas y el estrangulamiento, si se anuncia la posibilidad de que candidaturas rebeldes, propiciadoras de una distribución más justa de la riqueza, basadas en el interés de las clases empobrecidas, accedan al Gobierno. Por esta vía se llega a la situación que he oído denunciar muchas veces a José Saramago, en que los gobiernos se convierten en meros delegados de los poderes económicos internacionales.
Ciertamente, la dictadura del capitalismo actual es una dictadura hábil, astutamente enmascarada. No en balde es la astucia, como comentaba en mi anterior artículo, la virtud política propia del mercader. En lugar de ejercer el poder directamente, mediante coacciones visibles y, por ello mismo, fácil y escandalosamente denunciables, como en las dictaduras políticas, se oculta tras el escenario y mueve los hilos de las marionetas. Son éstas los partidos políticos, que no se atreven en su inmensa mayoría a anunciar programas y propósitos de acción que cuestionen el orden de los poderosos, Y, al mismo tiempo, el aparato cultura troquela las mentalidades, convertido en «industria de la conciencia». Empezando por la mera información. Es expresiva, en este sentido, la consigna de ocultar los féretros que llegan desde Iraq y el hostigamiento hasta el crimen de los periodistas independientes. Y, más allá de la información, el control de los medios de comunicación de masas, en manos sólo de los económicamente poderosos, induce en los mismos programas de ocio las imágenes del amigo y el enemigo y los valores y modelos de conducta que forman una ciudadanía inconsciente de su falta de libertad. La dictadura del capitalismo se disfraza, así, de algo que no deja de invocar y prostituir al mismo tiempo: la democracia.
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